El hotel es sencillamente hermoso, esta en armonía con la naturaleza y cada uno de los elementos en hierro y madera lo hacen exclusivo. La piscina es ideal para quienes buscan broncearse con privacidad y divertirse de una manera tranquila, acompañada de buena música. Además, tiene una fonda muy típica para divertirse en la noche. El desayuno es tradicional, inicia con un delicioso jugo de naranja natural y dan gusto a cada huésped con los huevos. El hotel se hace realmente perfecto gracias a la calidez y el servicio con la que te tratan todos los que allí trabajan, realmente te consienten todo el tiempo. Cabe resaltar que es cercano a muchos de los parques y atracciones turísticas del eje cafetero.

Los contacte y se esmeraron por hacer bien agradable nuestra estancia. Es un lugar muy bonito, muy bien cuidado, la Naturaleza en su pleno furor, dos piscinas entre arboles y bastantes matas de plátano, tres cabañas con habitaciones múltiples, bien equipadas, una fonda, un restaurante y amplias zonas verdes, todo con lo necesario para estar en plena tranquilidad, visitar los parques turísticos del eje cafetero y descansar. Las personas que nos atendieron lo hicieron con mucho esmero, los alimentos muy buenos, con frutas que allí mismo cultivan. Vale la pena si se quiere descansar en la misma naturaleza y si no le molestan los "bichos" que lógicamente allí existen. Se nota que se esmeran por mantener la finca en muy buenas condiciones.

Un lugar reservado para los amantes de la naturaleza. En el jardín encontrará una gran variedad de árboles y flores, y por la mañana, podrá disfrutar de las canciones de los pájaros nativos. Este hotel es apropiado para un tiempo con la familia o visitar el parque nacional de café.